QUEDÉMONOS CON LA VERDAD A MEDIAS

Es hora de abogar por los canales nacionales, esos que nunca serían capaces de ‘mentirnos’, ellos que nos reivindican entrevistando únicamente a la oposición en Venezuela o a los disidentes cubanos y que jamás se preocuparían por mostrarnos la otra mitad de la noticia; claro que esto lo hacen con ‘buena intención’ y es que no pueden permitir que la gente migre a otros noticieros donde el formato es menos ‘fresco, vanguardista o postmoderno’ donde los periodistas son amenazados, en otras situaciones allanados por desconocidos y de paso les roban los computadores con todo su archivo, es mejor que la gente vea como un reportero llora frente a la cámara y no como amenazan a sus integrantes.

Este es el morbo al que nos
sometió los medios.

Hace poco hubo un banquete mediático, le quito protagonismo a lo que por momentos me pareció una forma de promocionar el libro de Ingrid Betancourt por medio de recarga en la invasión al público con elogios al libro. El ejército nacional dio un golpe al terrorismo en Colombia, dieron de baja al Mono Jojoy, palabras más palabras menos fue el bombardeo al sitio donde permanecía durmiendo este, de inmediato empezó el agasajo de los medios, en todo él día no paraban de hablar de los mismo, incluso surgieron varias historias sobre el ‘Rolex’ que el guerrillero llevaba, ya parecía que no tenían más que decir y lentamente los noticieros se convertían en magazines de chismes sin sentido que al final con las fotos de los cadáveres no hacía más que alimentar la sed de sangre y morbo de muchos compatriotas que cree que la verdadera salida es acabando con el enemigo, algo muy parecido a lo que hace Israel con el pueblo Palestino de la franja de gaza.


Lo importante de este hecho no es la satanización de los guerrilleros ante el país pues mal que bien la guerra ha sido desgarrada y muchos inocentes han sufrido la opulencia del estado o in-humanidad de los ‘beligerantes’ del país.       Ahora, lo que más me llama la atención no es la aparente escases de diversidad en los hechos noticiosos o en el pobre recurso narrativo de estos y en las peculiaridades poco interesantes de lo mencionado, sino en la ‘cultura de guerra’ que se está reforzando, se está acuñando odio en el pueblo, cultura guerrerista y nuevas generaciones que quieren vengar la muerte de Galán, Bonilla, Garzón y Pizarro entre millares de colombianos sin nombre, residentes en fosas comunes y cementerios de NN con pinta de impunidad.

Ya sea por reivindicar a la derecha como lo hacen los cristianos con frases como ‘por ese guerrillero no voto’ (refiriéndose a Petro) que entre otras cosas se me hace una apología al rechazo de los diferentes y no más bien la promulgación por el respeto y el amor o sea por la reivindicación de una izquierda nunca clara con déficit de organización y tal vez problemas es sus decisiones claras pues no hacen más que pelear y desorientar a sus adeptos o con el nuevo modelo político importado de Europa en el cual debe ser un movimiento de centro izquierda que tiene dirigentes como Peñalosa y Mockus que más bien han sido de derecha (estamos en un país de discordancias y del popular ‘voltearepismo’ y si no preguntémosle a Lleras o la célebre Noemí).

Grafiti urbano, también de RCHN
y City Tevi

Me siento triste cuando percibo la guerra de medios, pero esta es una guerra insana que no busca decir la verdad sino más bien desinformar, a ver quien dice no necesariamente mentiras pero si dice la verdad a medias o vistas desde una editorial que necesita favores (ya sea para que el dueño de su empresa evada impuestos con ‘obras benéficas’ al mejor estilo de la biblioteca de la Universidad de los Andes) donde nos distraen con programas mediocres y novelas que para el caso sería la banda que va en los ojos y nubla la visión.