A muchos en Latino América ni nos interesa lo que pasa en Guatemala, mucho menos los que pasa en el oriente próximo, más específicamente lo que sucede con la Franja de Gaza (Palestina) e Israel.
La Franja de Gaza es una zona que los judíos sionistas (aspiración de los judíos a recobrar Palestina como patria) reclaman como tierra propia, promulgan que es la tierra prometida dada por Dios a través de Moisés, afirman que son los únicos con derecho a ocuparla y desconocen a los palestinos (árabes) como históricos ocupantes de éste territorio, aunque así sea.
Creación de Israel
En 1947 (Israel fue creado arbitrariamente por las Naciones unidas, es el único país del mundo que inicio como territorio de otro pueblo y usurpado –legalmente-) las Naciones Unidas aprobaron la partición de Palestina en dos estados, uno judío y uno árabe. El 14 de mayo de 1948 el Estado de Israel declaró su independencia, a partir de esto, se desataron guerras árabe-israelíes, pues el pueblo palestino negaba la acepción de la ONU al estado judío independiente. Sucesivas victorias judías sobre sus vecinos árabes fueron la confirmación de su estado además de la ampliación de sus fronteras más allá de lo acordado en el Plan de Partición de las Naciones Unidas.
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en la imagen se aprecia como Israel (blanco) desde su creación a invadido el territorio palestino (verde).
Actualidad y guerra
Es realmente lastimero que un gobierno haga apología a la exterminación de un pueblo –raza, cultura y costumbres- completo, por desgracia Israel desde sus comienzos ha ocupado territorios propios de otra cultura, sin importarle el desarraigo que le está haciendo a sus –enemigos-.
Presuntas bombas de fósforo y pólvora roja (incendiarias) prohibidas en cualquier guerra son usadas contra los civiles palestinos en sus hogares, hospitales, mezquitas, universidades, etc. acabando con sus estructuras y las personas al mejor estilo de una hoguera del Siglo XXI, no siendo diferente lo que hacían los nacis con los judíos en la segunda guerra.
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Al hablar del pueblo judío hay que hacerlo con mucho respeto, pues en la historia de la humanidad no ha habido una raza que haya sufrido como ellos las opulencias y el odio de sus enemigos. Pero, ahora es totalmente injusto que hagan lo mismo que tuvieron que sufrir con el pueblo palestino, desgraciadamente el estado soberano de Palestina no ha tenido tanta suerte como Israel.
Ésta es una guerra desigual en la que el Sionismo israelí puede ufanarse de tener la tercera mejor fuerza aérea del planeta y por suerte (para ellos) son unos grandes productores de armas, razón por la cual países como Colombia le compra armas apoyando ésta guerra injusta, acordemos que los palestinos tan solo cuentan con rocas, palos y algunos roquetes de corto alcance, imprecisos y difíciles de conseguir por el bloqueo económico que tiene Israel sobre la franja de Gaza.
Pueblo perdido
En las pasadas elecciones palestinas, el pueblo apoyo a los candidatos de la guerrilla Hamás, lo cual es totalmente comprensible, pues la ONU, Naciones Unidas, Estados Unidos e Israel han desviado las miradas del mundo, para ocultar la verdadera situación en la región; es comprensible que las elecciones los candidatos de Hamás, cuando a uno no le dejan llegar comida, le destruyen su hogar y fuera de eso matan a su familia de una forma tan vil (y los que quedan vivos quedan con secuelas de por vida en la piel -quemados-) quizá sin ver alguna salida –de paz- viable al conflicto, busquen el camino más fácil –hará falta por lo menos 3 generaciones completas para que las heridas sicológicas empiecen a sanar-.
El problema que se debe solucionar más pronto es la invasión ilegal que hace Israel en la franja de gaza, pues no contentos con la tierra usurpada legalmente, están buscando robarse el territorio ajeno usando mega carreteras (prohibidas a los palestinos) y asentamientos judíos expandidos a lo largo del territorio palestino.
Solo queda por pedir que se apacigüen los ánimos en la región, se respeten los derechos humanos, las diferencias de religión y ante todo se reconozca a Palestina como un estado libre y soberano.
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